sábado, 26 de julio de 2014

"Ganar ahora" es la mentalidad correcta en el beisbol y no hay prospecto que pueda cambiarlo

"Para (Mike, propietario) Ilitch y los Tigers, lo más lejano en el futuro que les importa ver es octubre de 2014". Así culminó el periodista de FOX Sports, Jon Morosi, su reciente columna sobre porqué Detroit había tomado la decisión correcta al cambiar a dos de sus principales promesas sobre la lomita por el cerrador Joakim Soria.

Esa columna motivó a esta.

Morosi tiene razón. Ilitch y su gerente general Dave Dombrowski tienen razón. Billy Beane, Jerry Dipoto y Brian Sabean también la tuvieron.

En el beisbol se trata de ganar ya, no de recopilar prospectos que, con bastante frecuencia, terminan quedándose cortos ante las expectativas.

No todos los equipos tienen el privilegio de llegar a julio con opciones de ser compradores y para ellos, obviamente, la situación es distinta, pero justo porque en este deporte los afortunados suelen ser pocos cada temporada, cuando se puede alcanzar la pistola, hay que tirar del gatillo sin titubeos.

¡Hey! Fui yo el primero en pegar el grito al cielo cuando mis Athletics, a quienes he seguido con pasión y consistencia desde que tengo uso de razón, decidieron incluir en el paquete por Jeff Samardzija y Jason Hammel a su prospecto número uno, Addison Russell, el pasado 5 de julio.

Desde que fue seleccionado en la primera ronda del Draft de 2012 por el "Green and Gold", Russell generó unas ansias dentro de los aficionados del equipo por verlo debutar en la gran carpa como pocos picks han conseguido en los últimos años al menos. Quizás porque se trata de un defensor del campocorto, una de las posiciones más relevantes en el juego y donde los Athletics no han tenido un dueño absoluto que se siembre allí por años desde la partida de Miguel Tejada en 2003. Quizás porque no hubo un sólo experto que, públicamente, critcara de forma contundente algún aspecto del juego de Addison. Quizás porque desde que llegó al profesional, se nos prometió a la próxima gran figura de la organización.

Por el motivo que fuera, el punto es que cuando Beane lo mandó a Chicago, nadie estuvo de acuerdo. Al momento, no importa que el retorno fuesen dos de los mejores lanzadores de la Liga Nacional en la primera mitad, dos de los brazos más codiciados en el mercado de cambios esta temporada y dos piezas que convertían a la ya candidata a mejor rotación en el beisbol, en la indiscutible ganadora, pues "el precio fue muy alto".

Si esa fue la reacción que generó Beane, ¿qué puede quedar para un Dipoto que cambió a cuatro de sus futuras (y escazas en los Angels) figuras por un taponero en Huston Street? ¿Saben? Ese lanzador que viene a buscar los últimos tres outs de cada juego, el mismo que rara vez trabaja más de 5 innings en una semana.

Street llegó para encabezar un titubeante cuerpo de relevistas en Anaheim / AP
 Pero mientras los bullpens de los Mariners y los Athletics, actuales rivales de Los Ángeles por el cetro de la división Oeste del nuevo circuito, tienen el 1-2 en cuanto a las efectividades más bajas de la liga, los brazos relevistas de los Angels no están, hasta la fecha, ni entre los primeros ocho. Dipoto sabía lo que tenía que mejorar para no desvanecerse en plena carrera y luchar hasta el final por su primer banderín divisional en cinco años. Lo hizo y nadie puede criticarlo.

¿Por qué? Porque quizás ya no tenga trabajo para cuando alguno entre R.J. Álvarez, Taylor Lindsey, Elliot Morris o José Rondón esté listo para debutar en las mayores. Mucho menos para cuando todos estén realmente preparados para contribuir en el máximo nivel, ahora con los Padres.

Los Angels no son un equipo en reconstrucción y no lo han sido en ningún momento de su sequía de cinco años sin postemporada. Dipoto, en su cargo desde finales de 2011, y el propietario Arte Moreno han surtido al conjunto con piezas de la talla de Albert Pujols, C.J. Wilson y Josh Hamilton en los últimos años, con el objetivo de ganar y hacerlo ya.

Pero Dipoto no ha podido ensamblar el equipo necesario para ganar y de hecho, los "Halos" han sido una de las decepciones más grandes en todo el beisbol en el último par de años. Un gerente general de un equipo supuesto a pelear, no puede darse esos lujos.

La historia de los Angels en 2014 ha sido distinta y la divisa está jugando a lo que se esperaba de ellos en la temporada muerta. ¿Culpar a Dipoto por surtir de más combustible a un vehículo que aún tiene bastante camino por recorrer? No es lógico.

Mientras me preparaba para redactar este artículo, Sabean quiso unirse al grupo. El ejecutivo de los Giants envió a su segundo mejor prospecto según MLB.com, el zurdo Edwin Escobar, y al derecho Heath Hembree (11) a los Red Sox por el veterano abridor Jake Peavy.

Se trata de ganar ahora y es lo correcto.

El mundo del beisbol gira drásticamente con mucha frecuencia y Boston es el ejemplo más reciente de ello. De últimos en el Este de la Americana en 2012, a un título de Serie Mundial el año pasado y de regreso al sótano en 2014.

¿Se arrepentirá Ben Cherington de haber cambiado a cuatro peloteros, incluyendo tres que no han debutado aún en las mayores y José Iglesias, en aquella transacción de tres equipos el 30 de julio pasado que les entregó a un Peavy que terminó reforzando la rotación campeona de la Serie Mundial? Yo realmente lo dudo.

En el beisbol, se suele decir que la razon por la que se les llama "prospectos", es jutamente porque no han probado nada todavía. Yo le agregaría: "y quizás nunca lo hagan".

Me tomó poco tiempo entender que Billy hizo lo correcto. Que en lugar de lamentar la salida de un pelotero con todas las herramientas para triunfar en el futuro, debería agradecerle por la llegada de dos lanzadores con las herramientas para seguir triunfando ahora.

¿Quién le dice a los fanáticos de los Cubs que Addison Russell no terminará siendo otra versión de Brett Wallace? ¿Quién le dice a los fanáticos de los Rangers que Jake Thompson no terminará siendo otro Kris Honel? ¿Quién le dice a los seguidores de los Padres que Taylor Lindsey no será un Billy Rowell cualquiera?

Los prospectos son sobrevalorados hoy en día. De nuevo, estoy de acuerdo con Morosi.

Y aún si Russell termina cumpliendo con todas sus expectativas e incluso superándolas, si es que de alguna forma es posible, ¿alguien en Oakland tendría derecho a quejarse si los Athletics traen su primer anillo de Serie Mundial desde hace 25 años de la mano de Samardzija y Hammel esta temporada?

¿Se darán golpes de pecho en Anaheim si Street saca los últimos tres outs del Clásico de Otoño? ¿ Lo harán en Detroit si Soria es quien lo consigue?

El beisbol es un juego muy complicado, donde las ventanas se cierran muy rápido. Si tienes la oportunidad de ganar hoy, asegúrate de jugarte hasta la última carta posible por conseguirlo, porque quizás el año que viene la historia sea otra.

Pregúntenle a Boston.

viernes, 18 de julio de 2014

Cinco principales candidatos a reforzar la segunda base de los Athletics

Antes que cualquier otra cosa, hay que dejar claro un punto muy particular: Billy Beane es simplemente impredecible. Nada que pueda escribir yo o cualquier otra persona sobre cómo podría hacer frente a una determinada situación el gerente general de los Athletics debe ser tomada como un hecho.

A penas a finales del mes pasado escribía en esta misma ventana que quizás había llegado el momento de que la conocida filosofía de "Moneyball" por la que se ha regido el conjunto californiano durante los últimos años, diera un paso más hacia adelante en su evolución y Oakland se hiciera de los servicios de alguno de los lanzadoes disponibles en el mercado para fortalecer todavía más su ya envidiable rotación, rumbo a una posible tercera participación consecutiva en la postemporada.

En aquella oportunidad incluso me animé a soltar algunos nombres de candidatos y sorpresivamente acerté con uno de ellos, el de Jason Hammel. Pero no se equivoquen, en ese mismo artículo también señalé que ni David Price, ni Jeff Samardzija deberían ser considerados como candidatos reales para llegar al "Green and Gold", pues para el arribo de alguno sería necesario que Beane entregara a su principal prospecto Addison Russell, algo que lucía impensable.

En efecto fue necesario ceder a Russell (y también a la primera selección del Draft en 2013, Billy McKinney, y al diestro Dan Straily), pero de igual forma Beane haló el gatillo y se trajo tanto a Samardzija, como a Hammel desde Chicago.

Con eso claro, propongo que nos divirtamos con el mismo juego otra vez. Claro que en esta oportunidad las necesidades han cambiado para los A's y aunque no considero que exista un punto débil como tal dentro del equipo, podríamos aprovechar esta "nueva cara" que está mostrando Billy para buscar a los cinco principales candidatos a reforzar el área que luce más cercana a serlo, la segunda almohadilla.

  • Gordon Beckham: Lo considero la opción más clara. La necesidad de mayor producción por parte de sus camareros no es nueva para los Athletics y desde el año pasado he mencionado el nombre del segunda base de los White Sox como un buen candidato a reforzar la zona. Nuevamente, Chicago luce sin opciones de competir por un cupo en los playoffs esta temporada y Beckham, quien será elegible para el arbitraje por tercera vez en 2015, ha estado involucrado en rumores de cambio antes, por lo que no parece estar ni cerca de ser una pieza intocable para los patiblancos. Beckham nunca ha explotado el potencial que lo llevó a ser la primera selección del equipo en el Draft de 2008, pero ha mostrado ráfagas de producción en el pasado y en sus primeros 72 juegos de esta campaña liga para .238, con 7 cuadrangulares y 28 remolcadas, aunque su OBP de apenas .291 no sugiere precisamente a Oakland como su posible destino. 
  • Ben Zobrist: Al igual que Beckham, Zobrist se encuentra en un conjunto que desde ya aparenta estar pensando en la próxima zafra y también ha visto su nombre involucrado en rumores de canjes. El veterano de 33 primaveras está en su último año garantizado de un contrato por 5 campañas firmado en 2010 con los Rays y que cuenta con una opción del equipo para 2015 por 7.5 millones de dólares o una cláusula de salida del mismo por $500 mil. Si bien no ha sido su zafra más productiva (.266 AVG, 24 CI y 6 HR), el ambidiestro ha superado las 70 rayitas traídas al plato en cinco de sus nueves temporadas en las mayores, siendo la más reciente la del año pasado. Además, la versatilidad de Zobrist, quien también puede jugar en el campocorto y los jardines, puede servir como su carta de presentación ante un conjunto de los A's que simplemente adora dicha capacidad. Su OBP de .352 en 2014 (y .354 de por vida) también debe lucir muy atractivo para Oakland y de hecho, la única razón por la que no lo considero mi primer candidato a reforzar a los dos veces campeones defensores del Oeste de la Americana, es porque, justamente, su pasado sugiere que se necesitará entregar más (en talento y/o cantidad) para obtenerlo que a Beckham y aún cuando Billy parece estar en humor para cambios, quizás sería mucho pedir.
Según rumores, Zobrist es pretendido por los Mariners/Jim Rogash-Getty Images
  • Steve Lombardozzi: Definitivamente no se presenta como la opción más llamativa, en especial tras leer los primeros dos candidatos, pero Lombardozzi podría encajar bastante bien en el Coliseo y sin lugar a dudas, sería el camarero más accesible para los Athletics de los involucrados en mi lista. En el corto tiempo que estuvo con el equipo grande de los Orioles esta campaña, Lombardozzi dejó un buen sabor de boca, ligando para promedio de .288, producto de 21 hits en 73 turnos oficiales. Su ritmo ofensivo ha mantenido un nivel aceptable con el Norfolk de Triple-A, donde ha registrado average de .266 y 20 producidas en 53 juegos, en los que su OBP marca .302 puntos. Al igual que Zobrist, el oriundo de Maryland también es un bateador ambidiestro y también tiene experiencia como jadinero en las mayores.
  • DJ LeMahieu/Josh Rutledge: Obviamente hablo de uno o del otro, no de ambos, todo dependiendo de la disponibilidad que muestren los Rockies a la hora de ceder y de los Athletics a la hora de entregar. LeMahieu sería, sin duda, la opción más interesante entre los dos, como lo indica su promedio de .283, con 24 producidas y tres vuelacercas, además de un porcentaje de embasado que alcanzó los .339 puntos en sus primeros 91 compromisos de la presente zafra. El californiano, de 26 años de edad y quien será elegible para el arbitraje por primera vez en 2015, también tiene experiencia en el primer y tercer cojín en su carrera. Rutledge, por su parte, ha visto su cantidad de acción marginada gracias al gran desempeño de LeMahieu, pero en sus 46 desafíos disputados hasta los momentos se ha mostrado como una pieza interesante, conectando para .286, con 19 anotadas y un par de bambinazos de vuelta entera, además de un OBP de .353. El nacido en Alabama, de 25 años de edad, ha defendido 83 veces el campocorto en su carrera como ligamayorista, dos veces más que la segunda base.
  • Chase Utley: De calle, la pieza más llamativa entre los camareros que han sido involucrados frecuentemente en rumores de cambio, no sólo este año, sino también el pasado. El experimentado toletero zurdo de los Phillies tiene contrado garantizado hasta 2015, con opciones de 15 millones de dólares para 2016, 2017 y 2018 que se hacen efectivas inmediatamente si Utley alcanza las 500 apariciones al plato en la temporada previa. El seis veces All-Star, incluyendo en la recién culminada edición 85 del evento celebrada en Minnesota, está metido en otra brillante campaña con el madero, ligando para promedio de .293, con 8 estacazos y 46 empujadas luego de 91 desafíos. Aún cuando no cometeré el error de llamar a Utley un pelotero imposible de adquirir para los A's, como prácticamente hice con Samardzija, no hay duda de que luce como una opción bastante lejana, no sólo por lo que Philadelphia podría pedir a cambio de sus servicios, sino porque los $10 millones de salario garantizado de Utley para el año que viene, que podría aumentar a $15 millones si el segunda base pasa 15 días o menos en la lista de incapacitados con una lesión en la rodilla esta campaña, además de las tres opciones millonarias que posee en su contrato a partir de 2016, y que por ser en base a su desempeño, realmente escapan de las manos del equipo, parece demasiado dinero en juego para el gusto de Beane. ¿Por qué está en esta lista entonces? Después de todo fue el mismo Billy quien dijo que o se lanza agresivamente a comprar o lo hace para vender, pero no existe un punto medio en su visión.
Otras opciones: Dan Uggla, Steve Tolleson, Brian Roberts, Sean Rodríguez y Logan Forsythe.

lunes, 23 de junio de 2014

Evolución de "Moneyball" en junio-julio podría ser la diferencia para los A's en octubre

Esa época en la que todos los portales web relacionados al beisbol comienzan a cargarse con rumores de posibles transacciones rumbo a la fecha límite del 31 de julio, llegó. Es esa misma época del año que fanáticos de equipos contendientes aman y los del resto odia.

Por segundo año consecutivo, tomando en cuenta que en 2012 finalizaron la primera mitad de temporada con récord parejo de 43-43 y sin una clara visión de su posición (contendores o no), los Athletics, salvo una debacle catastrófica en la que pierdan todos los juegos que restan hasta finales del próximo mes, llegarán como "compradores" a la tan esperada fecha.

A pesar de contar con uno de los rósters o quizás el róster más completo del beisbol y portar el mejor registro de ganados y perdidos de todas las mayores (47-29 tras la jornada del pasado domingo), la frase "Quien más tiene, más quiere" podría sonar como el lema ideal para una tropa de Oakland que ha alcanzado los playoffs en las últimas dos temporadas, sólo para quedarse varados en la primera etapa frente a unos Tigers repletos de figuras de renombre, que para muchos, terminan pesando en la chiquita.

Nadie puede comprobar que la sucumbida de los A's en los respectivos quintos juegos de la Serie Divisional de la Liga Americana de 2012 y 2013, haya sido a causa de esa falta de "grandes nombres". Claro, nadie puede comprobar tampoco que esa no fue la razón.

Ante unos bates californianos que apenas ligaron para .194 en los cinco juegos de la postemporada en 2012 y para .217 en la del año siguiente, es inevitable preguntarse: ¿qué hubiese pasado si Billy Beane se le adelanta a Brian Sabean hace un par de años y adquiere a un Marco Scutaro que terminó siendo vital en octubre para los Giants y que encajaba a la perfección en un campocorto de Oakland prácticamente vacante para ese entonces? O, ¿qué hubiese pasado si el popular gerente general presiona el botón de Alfonso Soriano primero que su similar de los Yankees la zafra pasada?

Quizás las cosas serían distintas. Quizás todo seguiría igual.

Sí, los A's se rigen por una filosofía de "hacer más con menos" que para sorpresa de muchos ha resultado exitosa, pero que bien podría cambiar cuando se trata de terminar con una sequía de 25 años sin un título de Serie Mundial. No, no estoy hablando de un cambio radical, pues sería ridículo darle la espalda al sistema que te llevó tan lejos, pero sí hablo de evolucionar, después de todo, esa filosofía de "Moneyball" lo ha hecho con el pasar de los años.

Se trata de "hacer más con un poquito más".

Beane ha sido el GM de Oakland desde 1998 /Foto: theguardian.com
 Descartando contratiempos, incluyendo las lesiones, y guiándonos por la situación actual del conjunto, la parte ofensiva y defensiva parecieran inmejorables. Así de bueno es este equipo.

Basándonos en lo mismo, el cuerpo de lanzadores también luce más sólido que en los dos años anteriores, lo que ya es bastante decir; sin embargo, hasta este día no conozco a alguien que esté en contra del famoso dicho "nunca se tiene suficiente pitcheo".

Sonny Gray, Scott Kazmir y Jesse Chávez han demostrado que están para brillar en los escenarios más grandes y aún cuando Tommy Milone ha hecho el intento recientemente, su consistencia no ha sido la misma y podría abrir espacio para interrogantes. Drew Pomeranz, mientras tanto, también ha lucido bien desde ser incorporado a la rotación desde el bullpen, pero para juzgar su capacidad de trabajar a la altura de una postemporada, posiblemente se necesite un margen de labor más amplio que sus 42 innings acumulados como iniciador este año.

En la actualidad, Pomeranz se encuentra fuera de acción con una fractura en su mano derecha (no la de lanzar), de la cual debería estar completamente recuperado para cuando los rumores de cambios se intensifiquen a finales del venidero mes. Pero en caso de que quieran profundizar aún más, Brad Mills y Dan Straily son los próximos en línea para abrir por el "Green and Gold" en caso de imprevistos.

Hasta la fecha, y tomando en cuenta que posiblemente más nombres se sumararán a la lista a medida que avancen los días, David Price de los Rays y Jeff Samardzija de los Cubs encabezan la fila de abridores candidatos a ser canjeados durante la segunda mitad de la temporada. Si uno inserta alguno de esos dos nombres en la ya impresionante rotación de los muchachos de Bob Melvin, sería difícil creer que algún conjunto tendría la capacidad de arrebatarles el boleto hacia la Serie Mundial.

Pero aquí es donde hay que pisar tierra firme y darse cuenta de que el chance de los Athletics de adquirir a uno de esos serpentineros es casi nula.

El rumor que corre es que los Cubs quieren a un joven lanzador, bien rankeado y prácticamente listo para las mayores, a cambio de Samardzija. Los A's no tienen ninguno de esos.

Por Price, con casi toda seguridad los Rays van a solicitar al prospecto número uno de la organización californiana, Addison Russell, a cambio o al menos como parte del paquete y Beane ha reiterado en oportunidades pasadas que el torpedero es "intocable" y muy poco ha cambiado desde entonces, pues Russell sigue pautado a servir como el campocorto regular de los A's a partir de la próxima campaña.

Si bien estamos hablando de un gerente general, catalogado por muchos como "maestro", que firmó al astro cubano Yoenis Céspedes cuando nadie lo esperaba y le pagó 22 millones de dólares, el salario más alto para un lanzador en la historia de la divisa, a un riesgoso Scott Kazmir, la realidad es que los intereses de los Athletics en el mercado pudiesen estar mucho más cerca de brazos como Jason Hammel de los Cubs, John Danks de los White Sox y Andrew Cashner e Ian Kennedy de los Padres, los cuales también han estado involucrados en rumores de cambio y cuyo precio sería considerablemente más bajo que los de Price o Samardzija.

Con excepción de Danks, quien tiene un pacto asegurado hasta el 2016, el resto de los seis lanzadores no tiene un salario fijo para la próxima temporada, con Cashner, Kennedy, Samardzija y Price pautados a ir al arbitraje salarial, mientras que Hammel se convertiría en agente libre al final de la presente zafra, convirtiéndose así, posiblemente, en el candidato más atractivo para unos A's que no buscan ayuda a largo plazo, pues Jarrod Parker y A.J. Griffin están previstos a regresar de sus respectivas cirugías Tommy John en 2015.

Hammel, quien está recibiendo 6 millones de dólares por parte de Chicago, tenía hasta el domingo balance de 6-5, con 2.99 de efectividad, junto con 91 ponches y 20 boletos en 96 entradas y un tercio de labor. El diestro, en su noveno año de experiencia en la gran carpa entre los Rays, Rockies, Orioles y Cubs, no ha sido particularmente exitoso en su carrera contra las novenas que conforman la división Oeste del nuevo circuito, en especial contra los Angels, principal rival de Oakland por el banderín en este momento y ante quienes registra una efectividad vitalicia de 6.59 en 6 apariciones (5 aperturas), pero con la última de ellas estando a más de un año de distancia.

En el último par de años, los Athletics no se han visto temerosos cuando se trata de realiazar transacciones, adquiriendo en ese plazo a piezas claves de su actual equipo como Jed Lowrie, Jesse Chávez, John Jaso, Stephen Vogt, Alberto Callaspo, Fernando Abad, Luke Gregerson, Craig Gentry, Jim Johnson, Kyle Blanks, Pomeranz y más recientemente Mills, además de peloteros que a pesar de que ya no están con la novena, jugaron un papel importante en su momento como George Kottaras, Pat Neshek, Stephen Drew, Chris Young, Kurt Suzuki, Andy Parrino (Triple-A Sacramento) y Chris Resop. No obstante, de las mencionadas anteriormente, sólo las de Kottaras, Callaspo y Mills se produjeron entre los meses de junio y julio, en los alrededores de la fecha límite. 

Beane no se ha visto tan entusiasmado a hacer grandes movimientos en los meses mencionados y de hecho, el último nombre "llamativo" adquirido en esa época posiblemente fue Jay Payton el 13 de julio de 2005, tomando en cuenta que nadie tenía ni idea de en qué se convertiría Josh Donaldson cuando los A's se hicieron de sus servicios el 8 de julio de 2008.

No se trata de un giro de 180 grados, se trata de dar ese último paso que la mayoría de los conjuntos aspirantes da a mediados de año para reforzarse rumbo a un mes de octubre que te reduce el margen de error a cero. Ese paso que continúe la evolución de posiblemente la filosofía más atractiva en la historia de este juego.

Es muy probable que dentro de un mes tengamos una idea más clara de hacia dónde van los intereses de los Athletics o si sencillamente no hay ningún interés en el mercado. Quizás Tommy Milone y Drew Pomeranz seguirán con su buen ritmo y todos en Oakland verán pasar la fecha límite sin mayores sorpresas nuevamente. Quizás ya Beane habrá halado el gatillo una o más veces para entonces.

Quizás Oakland no necesite ninguna pieza adicional para completar el rompecabezas que los lleve más lejos en octubre. Quizás sí.

viernes, 30 de mayo de 2014

La evolución de Céspedes se ha convertido en regresión

Cuando los Athletics firmaron a Yoenis Céspedes el pasado 13 de febrero de 2012, la idea era que el cubano fuese el tema de conversación cada vez que la ofensiva del equipo saliera a relucir; y al menos hasta finales de dicho año, así fue.

El jardinero llegó a las Grandes Ligas con la misma incertidumbre sobre sus hombros que todos los peloteros de su país cuando logran dar el gran brinco: ¿podrá batear en este nivel?

Con .292 puntos de promedio, 23 cuadrangulares, 82 remolcadas y .505 de slugging en su año de estreno en las mayores, que también trajo consigo múltiples dolores de cabeza para Céspedes fuera del campo con la larga y dura travesía de sus familiares, incluyendo su madre, camino a los Estados Unidos, el antillano se encargó de poner a dormir cada una de las dudas que rodeaban su desempeño en las mayores.

Con la siempre difícil temporada de novato fuera del camino, con mucho mayor conocimiento de los lanzadores grandeligas y sus envíos rompientes, con su familia finalmente a salvo y a su lado en el país del "Sueño Americano", las expectativas de lo que podría hacer este pelotero, considerado por muchos, incluyéndome, como uno de "cinco herramientas", eran muy altas.

Heck, yo mismo escribí una nota en este blog a finales de esa zafra 2012 titulada: "El Céspedes de 2012 es muy bueno, pero el que viene será mejor".

Pero la evolución del patrullero se ha estancado. De hecho, si la miras cuidadosamente y día a día, aún más allá de las estadísticas, puedes notar que se ha convertido en una regresión.

Podría ser agente libre luego de la zafra 2015 /Foto: Ezra Shaw/Getty Images North America
 Antes de comenzar a argumentar, quiero dejar claro que si alguien es fanático de este pelotero soy yo, y así lo refleja la jersey del equipo de la Liga Americana con su número "52" que cuelga en mi closet. No, ya no lo considero un jugador de "cinco herramientas", pero únicamente porque su defensiva probó estar por debajo de mis expectativas. Digamos que ante mis ojos, es un pelotero de "cuatro herramientas y media".

Más allá del promedio de bateo, que bajó un total de 52 puntos con respecto a su campaña de estreno, y quizás el incremento en su cantidad de ponches, los números de Céspedes en las principales categorías ofensivas no sufrieron un gran impacto en 2013. Empujó apenas un par de carreras menos que en la temporada previa y de hecho, hasta disparó tres vuelacercas más que en ese entonces. Posiblemente los golpes más fuertes llegaron en su slugging (.442), OBP (de .356 a .294) y su OPS (.737), que bajó desde el .861 registrado en 2012.

No obstante, para quienes seguimos a este equipo de Oakland cada día, la caída del slugger se sintió mucho, mucho más profunda y es por eso que hago énfasis en que se necesita ver un poco más allá de las estadísticas para entender de lo que se trata esta publicación.

En sus primeros 50 juegos de la presente temporada, el oriundo de Campechuela, de 28 años de edad, liga para average de .242, con 9 bambinazos de vuelta completa y 32 rayitas traídas al plato, en lo que luce camino a una repetición de lo hecho el año pasado, con una cantidad de impulsadas y jonrones bastante aceptable y un promedio mediocre. Mientras tanto, su porcentaje de embasado marca .301, su slugging .479 y su OPS .780.

Durante la recién culminada temporada muerta e incluso en el spring training, Céspedes trabajó en un agarre del bate que le permitiría cortar su swing un poco más, y con suerte, incrementar su promedio considerablemente, así eso significara reducir su cantidad de estacazos o como bien señaló el mismo pelotero en su momento, estos recorrieran una menor distancia en las gradas. Dicha estrategia no funcionó y es que el cubano nunca se acostumbró al nuevo "grip".

Sin embargo, para el coach de bateo del "Green and Gold", Chili Davis, el problema de Céspedes no estaba en su nuevo agarre, sino en su selección de pitcheos.

Por algo Davis ocupa dicho puesto.

Según el portal Fangraphs.com, Céspedes es, hasta la fecha, el segundo jardinero de la liga con mayor porcentaje de swings a pitcheos malos (36.6%) entre aquellos con al menos 200 apariciones al plato en lo que va de temporada, únicamente detrás de Adam Jones de los Orioles. Dicho porcentaje es menor al registrado por el antillano la zafra anterior (37.0%) y ligeramente mayor al obtenido en 2012 (36.5%).

No obstante, de acuerdo al mismo portal, existe una gran diferencia entre los pitcheos fuera de la zona de strike a los que Céspedes le hizo swing en sus primeros dos años y los que está abanicando en 2014.

Dicha gran diferencia se llama "contacto".

En 2012, Céspedes logró conectar apenas el 59.5% de dichos pitcheos, mientras que el año siguiente pegó el bate con la pelota un 63.7% de las veces, algunas de ellas terminando en ponches, pero en muchas otras ocasiones permitiéndole al toletero seguir con vida en el turno y buscar el envío adecuado para conectar.

En lo que va de la presente campaña, el guardabosque ha conectado el 74.2% de los pitcheos malos a los que le ha hecho swing, quinto mayor porcentaje entre los jardineros del nuevo circuito con al menos 200 apariciones al plato.

Cuando se trata de contacto en swings a envíos dentro de la zona de strike, el porcentaje de 84.7 que registra Céspedes es el cuarto más bajo en la misma categoría, a pesar de que también es el tercer patrullero de la liga que más abanica a pitcheos dentro de la zona de strike (70.1%).

Traducción: Céspedes le abanica a prácticamente todo lo que le tiran y, curiosamente, le pega más a las pelotas malas que a las buenas.

Sí, hay peloteros (escasos, pero los hay) que tienen éxito haciéndole swings a envíos malos, como Pablo Sandoval, por ejemplo, pero Céspedes definitvamente no es miembro de ese club.

Batea apenas .234 en su carrera cuando conecta hacia su banda contraria /Foto: Stephen Dunn/Getty Images North America
 La prueba de que la mala selección de pitcheos y ser un "free-swinging" no le han hecho nada bien a Céspedes, es que su porcentaje de líneas sólidas conectadas esta temporada (14.5) es penúltimo entre los 19 guardabosques que califican en la categoría antes mencionada y su 8.8% de elevados al infield conectados está igualado como el octavo más alto en la misma lista.

No soy scout y con toda seguridad Chili Davis puede enseñarle mucho más a Céspedes sobre bateo que yo, pero mientras el mismo Yoenis no se proponga añadir un mejorado proceso de selección de pitcheos en la caja de bateo, su evolución continuará estancada.

Las habilidades ofensivas de Céspedes siguen allí, nunca se han ido, y la principal demostración de ello es que a pesar de su grave problema de falta de control en el plato, de alguna forma, el cubano continúa empujando una respetable cantidad de carreras y desapareciendo del parque un buen número de pelotas.

Como bien lo twitteó el exlanzador de los Athletics y ahora serpentinero de los Rockies, Brett Anderson, el año pasado, cuando Céspedes está en su momento, difícilmente se puede encontrar a un pelotero que divierta tanto ver batear.

En el cajón de bateo, el jardinero izquierdo de los A's tiene tanto poder como cualquier toletero en la faz de la tierra y bien lo dejó saber en el Festival de Cuadrangulares en Citi Field el año pasado, cuando dejó en ridículo a varios de los principales sluggers en el beisbol y terminó levantando el trofeo de campeón.

Yoenis Céspedes sí es el bateador que nos vendieron y que generó tanta expectativa e interés previo a su firma con los actuales campeones del Oeste de la Americana y continúo esperando con ansias cada uno de sus turnos, con la esperanza de que en cualquier momento solventará su problema e iniciará el marchar de esa locomotora imparable que, en el fondo, todos sabemos que puede ser.

Pero hasta que ese momento no llegue, el proceso de regresión de Céspedes es lo único que se mantiene en marcha, mientras que lo que estaba supuesto a ser su estatus de figura dentro de los Athletics, hace rato que descansa en los hombros de un mucho más selectivo Josh Donaldson.

  • Check it out: Luego de abandonar Cuba y llegar a República Dominicana en 2011, este video del "Showcase" de Yoenis Céspedes, en el que cual se puede apreciar parte de sus logros en la isla y su rutina de entrenamiento, revolucionó el mundo beisbolístico y sirvió de plato de entrada para las diversas organizaciones de Grandes Ligas interesadas en sus servicios.

jueves, 6 de febrero de 2014

Villa Clara fracasó, Cuba sigue siendo solución

El regreso de un representante cubano a la Serie del Caribe definitvamente no dio los resultados esperados...en esta oportunidad.

La tropa de Villa Clara perdió tres de sus cuatro encuentros del torneo caribeño y quedó eliminada del mismo, siendo la única escuadra de las cinco participantes en perderse las semifinales que ofrece este nuevo formato.

Sí, la cita anual pareció quedarle grande a los antillanos esta vez. ¿Seguirá siendo así? No estaría tan seguro.

La pelota cubana sigue siendo la pelota cubana. Allí hay talento de sobra y un legado que hay que respetar.

Afirmar que el beisbol isleño ha decaído y no está ni cerca del nivel mostrado en los circuitos de Venezuela, México, República Dominicana y Puerto Rico sería apresurarse, al menos si el único argumento que sostiene dicha afirmación es lo vivido en Margarita en estos últimos días. Decir que los representantes cubanos regresaron al torneo únicamente para ser víctimas es descabellado y señalar que la Confederación fracasó en su intento de revivir la Serie invitándolos, más aún.

Argumentar que el nivel amateur de Cuba ha quedado reflejado en su pobre desempeño en este campeonato es ignorar, inexplicablemente, que la delegación de ese país ha dicho presente en la segunda ronda del Clásico Mundial de Beisbol en cada una de sus tres ediciones. Algo que ni Venezuela ni Dominicana pueden decir.

Ese beisbol que jugaron en el máximo torneo de países en la actualidad también es amateur, ¿no? El beisbol con el que le ganaron a los quisqueyanos, criollos y boricuas para asegurar su cupo en la final de la primera edición del evento era amateur, ¿o me equivoco? El que los llevó a vapulear a los aztecas 16-4 en la edición 2009 también, ¿no es así? Igual con el mostrado el año pasado, cuando terminaron invictos en un grupo que también contaba con el bicampeón Japón.

El siguiente argumento puede ser que este no es el mismo equipo cubano que estuvo presente en las primeras tres ediciones del Clásico, pero la realidad es que si algún equipo trae una escuadra comparable a la del pasado mes de marzo de 2013 es justamente el antillano.

Freddy Álvarez, Diosdany Castillo, Ismel Jiménez, José Fernández, Yulieski Gourriel y Alfredo Despaigne formaron parte del róster isleño que participó en la más reciente edición del WBC, así como también del que retornó con muchas expectativas a la Serie del Caribe este mes. De no haber firmado un pacto multimillonario con los Chicago White Sox el pasado octubre, quizás también nos hubiésemos dado banquete con el poder de José Dariel Abreu en la "Perla del Caribe".

Vicyohandri Odelin tuvo la mejor salida de pitcher alguno en la primera ronda / EFE
 Asegurar que la Serie Nacional, circuito local de Cuba, está lejos del nivel mostrado en los otros cuatro países que conforman el campeonato caribeño es omitir, como si nada, que esa liga sirvió de escuela para Yoenis Céspedes, Yasiel Puig, Aroldis Chapman y Alexander Guerrero, además de un Abreu que recibió 68 millones de dólares por parte de los patiblancos a finales del año pasado, entre muchos otros.

De mantenerse el cupo para un representante antillano en la Serie del Caribe de ahora en adelante, y por el bien del torneo ojalá que así sea, dicho combinado asistente puede fijarse en esta pálida versión de Villa Clara para mejorar y llegar con mucha más fuerza para la edición 2015 en Puerto Rico. Modificaciones que pueden ir desde entender que llevar solo 11 lanzadores a la cita mientras otros conjuntos como Venezuela y Dominicana cuentan con hasta 15 y 17 en sus respectivos rósters, no es lo más viable, hasta retoques a una dinámica de juego que aún siendo parte de la llamada "pelota Caribe", es distinta a la practicada en las otras naciones participantes.

Dejando a un lado su desempeño en el campo, el regreso de Cuba al torneo dio los frutos esperados, y así lo deja saber la asistencia de público al Stadium Nueva Esparta y el interés general de aficionados y peloteros por una competición que era vista de reojo hasta el año pasado.

Cualquier equipo puede caerse en un lapso tan corto y si no pregúntenle a la todopoderosa selección venezolana que sorpresivamente se quedó en primera ronda en el Hiram Bithorn en el Clásico de 2013, enseñándonos una lección de que en este deporte en particular, dos y tres juegos no definien quién es mejor que quién.

Un Hiram Bithorn que tambien podría servir de salón en febrero del año próximo para repetir dicha lección a quienes hoy dudan del beisbol antillano.