Sí, la
decisión del jardinero pone en cierto nivel de peligro la gran temporada que
han tenido los Tiburones de La Guaira. Desde su llegada el pasado mes de
diciembre, Herrera se estableció como el jardinero central y tercer bate en el
orden de Buddy Bailey día tras día. Es imposible que la ausencia repentina de
una pieza así no tenga un impacto en la cotidianidad de un equipo. Entonces,
echas un ojo a la lista de posibles jugadores, ni siquiera exclusivamente de su
posición, disponibles para reforzar y te das cuenta que es corta, para lo que
representa una semifinal, quizás inexistente. Sí, la temporada de La Guaira
está en peligro, nadie lo pone en duda.
Pero es allí
cuando es importante profundizar en el asunto o cuando menos intentar hacerlo.
Nunca estuve ni cerca de jugar beisbol profesional, así que no puedo ofrecer
una óptica por ese lado. No estudié psicología, así que por allí tampoco van
los tiros. Pero sí estuve día tras día en cada entrenamiento de los Tiburones
en el parque Universitario esta temporada. Odubel llegó tarde cuando menos a
dos. Quizás la cifra no es alarmante, pero sí es importante destacarla cuando
entras en razón de que el tiempo de juego de Herrera no fue tan prolongado como
el de la gran mayoría, la que estuvo allí sin falta a la hora requerida.
Entonces, en medio de una semifinal que bien podría servir de camino para
romper una sequía de 30 años sin título para Tiburones, ese mismo pelotero
decide marcharse, con todo su derecho de hacerlo y se debe respetar, como bien
dijo el gerente deportivo Jorge Velandia. ¿El problema ahora? Días antes se
realizó un draft para que los equipos reforzaran sus debilidades rumbo a la
semifinal y a Herrera se le pidió avisar con tiempo si participaría o no en la
instancia para planificar bien la estrategia rumbo al sorteo. Junior Guerra
llamó para avisar. Odubel no.
No hay nada
que discutir en cuanto a su desempeño en el terreno. Me consta que Herrera
corrió cada batazo al conectarlo, que hizo todo lo posible por jugar un jardín
central sólido, aun cuando no es una de sus grandes cualidades. Odubel es un
pelotero con gran potencial, que nuevamente demostró que esta liga, a sus 24
años, le queda pequeña. Pero justo allí está el detalle, en su juventud. La
fama llegó temprano para este muchacho, que dejó en necesidad a Tiburones, pero
aún más a su carrera.