sábado, 22 de junio de 2013

Bartolo sigue demostrando que todos estábamos equivocados

"He proved us wrong". Típica frase en inglés utilizada en estas situaciones.

Lo admito: yo también me pregunté en qué estaba pensando Billy Beane cuando le dio otro contrato a Bartolo Colón el pasado mes de noviembre.

Brett Anderson, Jarrod Parker, Tommy Milone, A.J. Griffin y Dan Straily parecían estar más que etiquetados como los cinco hombres en la rotación de Oakland para la presente campaña, con un Sonny Gray prevenido en Sacramento ante cualquier eventualidad.

Además, a sus 39 años de edad, Colón fue suspendido por 50 juegos a finales del mes de agosto de 2012 por altos niveles de testosterona, cuando los Athletics se encontraban en plena carrera por un cupo a la postemporada.

"Su carrera terminó". Fue lo que todos pensamos.

He proved us wrong.

El dominicano regresó a la pelota de su país con las Águilas Cibaeñas en el invierno, con la clara intención de demostrar que aún tenía gasolina en el tanque para una nueva oportunidad en las mayores. Colón dejó récord de 1-0, con 4.61 de efectividad en 4 aperturas (13 innings y dos tercios) en Quisqueya, al mismo tiempo que ponchó a 13 rivales y regaló un pasaporte.

Aún así, con cinco juegos restantes de su suspensión, lucía complicado que algún conjunto decidiera tomar el riesgo de apostar por un serpentinero que cumpliría 40 años de edad en el segundo mes de temporada, que venía de ser reprendido por dopaje y cuya efectividad en las cinco zafras tras conseguir el premio Cy Young en 2005 era de 4.72; y de hacerlo, con casi toda seguridad no sería con un pacto garantizado.

He proved us wrong.

Tuvo efectividad de 3.43 en su primer año con los A's en 2012
El 3 de noviembre de 2012, a poco menos de un mes de finalizada la mágica campaña de los Athletics en el quinto juego de la Serie Divional ante Justin Verlander y los Detroit Tigers, Colón llegó a un nuevo acuerdo con los californianos por un año y 3 millones de dólares.

Tras terminar con 6.30 de efectividad en seis apariciones, tres de ellas como iniciador, en los entrenamientos primaverales, el agrado de los aficionados por la decisión tomada unos meses atrás no se había incrementado.

Nadie vio lo que venía y más que darnos golpes de pecho por ello, hay que darle palmadas en la espalda a Billy...una vez más.

Hoy, con oficialmente 40 primaveras en su horizonte, Bartolo no ha sido únicamente el mejor lanzador de los A's este año, sino también uno de los mejores en toda la liga y el beisbol.

Sus 10 lauros en lo que va de temporada lo ubican como uno de cinco lanzadores con doble dígito en el reglón de victorias en las Grandes Ligas y su efectividad de 2.93 era sólo superada por otros nueve brazos en la Liga Americana al momento de escribir esta nota. Además, su WHIP de 1.10 es el noveno más bajo en el nuevo circuito.

A pesar de sus números, que no sólo lo convierten en claro candidato a partcipar en el Juego de Estrellas, sino que también lo meten en la conversación sobre quién debería abrir por los de Jim Leyland el próximo 16 de julio en Nueva York, Colón continúa sin recibir la atención merecida por expertos y aficionados fuera de Oakland y posiblemente ni siquiera allí.

Quizás porque está en un equipo de mercado pequeño, quizás porque tiene 40 años, quizás por la suspensión del año pasado, quizás porque muchos lo consideran un lanzador demasiado franco, quizás porque se apoya casi exclusivamente en su recta o quizás porque no está en la mejor forma del mundo.

También está el nuevo lío de Biogénesis, en el que el nombre de Bartolo vuelve a incoporarse a la conversación del uso de sustancias prohibidas en el beisbol, pero tal como señaló el mánager Bob Melvin, hasta que MLB actúe, en caso de que en efecto lo haga, Colón sigue siendo un lanzador y contribuyente de los Athletics y merece recibir todo el crédito posible por su desempeño.

And maybe, just maybe, he will prove us wrong again.

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