sábado, 12 de noviembre de 2016

Siguiente en fila: Tiburones se impulsa de los Cubs

Piénselo un momento.

Parte baja del décimo inning, con Tiburones arriba ocho carreras por siete en el séptimo juego de la gran final ante las Águilas. Con el empate en primera y el zurdo Wander Pérez en la loma, José Pirela conecta un rodado manso que obliga al antesalista a atacar la pelota.

Con una sonrisa en su rostro mientras recoge la bola, tal como la mostrada por Kris Bryant el pasado 2 de noviembre en el Progessive Field, Alberto González hace la jugada de rutina y dispara a la inicial para completar el out más importante en la historia de su organización. Allí, sobre la primera base, Brock Stassi recibe la pelota en su mascotín y levanta los brazos en señal de victoria, de alivio, de satisfacción.

La maldición terminó, y es hora de celebrar.

Sí, estos primeros párrafos intentaron recrear lo ocurrido en el último juego de la Serie Mundial 2016 entre los Chicago Cubs y los Cleveland Indians, solo que esta vez ajustándolo a la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, y a su principal afectado por la sequía: los Tiburones de La Guaira.

No tiene que ocurrir de la misma manera; de hecho, quizás los escualos puedan ir un poco más allá y agregar lo único que hubiese hecho la celebración de los oseznos aún más emotiva: el factor localía, conseguirlo en casa, frente a su afición.

Por otro lado, tampoco tiene que ocurrir...en lo absoluto.

Pero la idea era imaginar ese último out que tanto esperan en la divisa salada, esa euforia que únicamente viene ligada con las palabras "por fin".

Tras el triunfo de los dirigidos por Joe Maddon en el pasado Clásico de Otoño, muchos aseguran que los de Ozzie Guillén son los siguientes en la fila para cortar maleficios. Algunos lo dicen de broma, otros no tanto.

"Creo que si pasó con los Cachorros, puede pasar con los Tiburones de La Guaira", señaló recientemente el lanzador escualo Edgmer Escalona. "Nada es imposible".

Escalona tuvo que retrasar su estreno este año por una lesión en el antebrazo derecho / El-Nacional.com
La "motivación"  generada por el triunfo de los Cubs que muchos utilizan como burla hacia el aficionado guairista, realmente ha tenido su efecto en el clubhouse del equipo, o cuando menos en parte de él.

"Creo que sí nos motiva", añadió Escalona. "A cualquier equipo le entra adrenalina al ver ese juego, cómo esa gente estaba abajo 3-1 (en la serie) y pudieron quedar campeones. ¿Por qué no La Guaira?".

Si bien la maldición en la parte norte de Chicago se extendió por 108 años, 78 más que lo que ha durado el maleficio litoralense, no es tan descabellado comparar un caso con el otro por el simple hecho de que la temporada en la pelota venezolana es mucho más corta que la de Grandes Ligas, donde la cantidad de equipos en competencia también es mucho mayor.

En pocas palabras, y aunque el término "fácil" no encaja en ningún deporte, la lógica dicta que ganar un título en las mayores es mucho más complejo que en cualquier liga invernal.

"A pesar de tantas cosas que hemos tenido, tantas oportunidades perdidas para ganar el campeonato, con la unión que tenemos y la experiencia de Ozzie, esta temporada se puede romper la maldición", continuó Escalona, quien espera incorporarse al róster salado a finales de este mes o comienzos del otro. "Tenemos tremendo equipo con muchos grandeligas como 'Cafecito' (José Martínez) que llegó este año, (Jorge) Alfaro, (José) Gil, (José) Castillo, Miguel Rojas y muchos otros que no he mencionado".

Peloteros que podrían convertirse en las versiones criollas de Addison Russell, Anthony Rizzo, Dexter Fowler, Ben Zobrist y Javier Báez.

"No hay mañana después de mañana. Si pierdes te vas a casa, si ganas eres un héroe", fue la frase que utilizó Rizzo previo a ese séptimo juego en Cleveland.

Para los Tiburones todavía hay un mañana, ganen o pierdan hoy; pero irse a casa sin un trofeo este año no parece ser opción, no cuando desde Chicago les afirman que hay luz al salir del Boquerón.

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