jueves, 23 de agosto de 2012

Sin Félix, Seattle es una ciudad desierta

Antes de la más reciente apertura de Félix Hernández el pasado martes, un aficionado fue muy claro al describirle a MLB.com la importancia que tiene el criollo en Seattle: "Significa todo para el equipo y la ciudad" aseguró.

Luego de la fiesta que generó el Juego Perfecto del derecho venezolano el pasado 15 de agosto ante los Rays de Tampa Bay, la ciudad de Seattle atravesó por los 6 días más largos de su historia. Los 6 días que deberían esperar antes de volver a ver a su héroe sobre el montículo nuevamente.

"It's time!" fueron las palabras más comunes entre los habitantes de la ciudad el pasado martes.

La famosa "Corte del Rey" que se ubica cerca del poste de foul/fair en el jardín izquierdo del Safeco Field durante cada apertura de Félix ya no se reconocía y es que las tradicionales franelas amarillas se habían expandido por todo el parque, que albergó a más de 40 mil aficionados esa noche. Sí, la "Corte Suprema" había hecho su aparición.

La atmósfera en Safeco Field el pasado martes era más que digna de un séptimo juego de Serie Mundial, algo de lo que el equipo aún parece estar muy lejos de poder vivir por primera vez. Sin embargo, cuando el "Rey" está sobre la loma, los aficionados de los Mariners saben que no se trata de un simple juego de temporada regular.

Los fanáticos de los Mariners crearon un ambiente insuperable para recibir al "Rey"

Pero entonces, el juego termina y durante el camino de regreso a casa, una gran interrogante se apodera de la cabeza de cada uno de los miembros de la Corte: ¿por cuánto tiempo más podremos vivir esta experiencia?

El valenciano es uno de los mejores lanzadores en todas las Grandes Ligas y su impresionante talento sugiere que debería vestir una camiseta de mayor peso. La de los New York Yankees, por ejemplo.

Recientemente, el reconocido escritor del NY Daily News, John Harper, escribió en una de sus notas: "Los aficionados de los Yankees no se sentirán bien con la rotación abridora hasta que obtengan a Félix".

Con casi toda seguridad, nadie ha llamado con más frecuencia en el último par de años a Jack Zduriencik (Gerente General de Mariners) que su similar de Nueva York, Brian Cashman.

No obstante, la respuesta de Zduriencik a Cashman, a otros Gerentes Generales, a la constante presión de los medios y a los mismos aficionados sigue siendo la misma: Félix no va a ninguna parte.

¿Su razón? Muy sencilla: Sin Félix, Seattle se convertirá en una ciudad desierta.

Los Mariners no alcanzan la postemporada desde 2001 y a simple vista, todo parece indicar que pasarán cuando menos otro par de años sin jugar pelota en octubre.

Félix Hernández es, posiblemente, la única razón por la que los aficionados asisten a Safeco Field, ven los juegos por televisión y compran mercancia de la novena.

El nativo de Valencia es un verdadero ídolo en Seattle
Muchos señalan que tarde o temprano Zduriencik tendrá que ceder y los Mariners no podrán seguir costeando al derecho, y aunque pareciera ser un argumento muy contundente, no hay razón por la que debamos descartar a Seattle como hogar de Félix por el resto de su carrera, especialmente cuando el mismo serpentinero ha expresado su interés de permanecer en el único conjunto que conoce en las mayores.

Los Mariners tienen una de las nóminas más bajas de todas las Grandes Ligas, lo que juega a favor de Zduriencik en esta oportunidad, pues le da un amplio campo a la hora de ofrecerle una jugosa extensión al venezolano, quien está pautado a ser agente libre luego de la temporada de 2014.

Si Félix entra en el mercado de desempleados, ni un milagro lo haría regresar a Seattle debido a las grandes ofertas que llegarían desde Nueva York, Los Ángeles y Boston, pero no hay motivo para dejar de creer que los Mariners bien pudiesen asegurar a su "ace" mucho antes de que eso suceda.

Tener a Hernández entre sus filas, no le garantiza a Zduriencik que los Mariners llegarán a la postemporada, pero si algo es seguro, es que la "Corte Surprema" mantendrá la luz en una ciudad de Seattle en la que reina el mal tiempo.

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