sábado, 10 de noviembre de 2012

Brandon Barnes: el importado ideal

Es normal que todos los elogios caigan sobre Henry Wrigley cuando se habla de los Leones del Caracas.

El slugger es líder del equipo en anotadas (19), jonrones (8), bases alcanzadas (55), empujadas (22) y hasta en juegos jugados (25).

Sí, el MVP de los capitalinos hasta ahora.

Sin duda, es difícil quitarle los ojos de encima a un pelotero con dichos números, pero los invito a hacerlo por un par de minutos.

¿La razón? Brandon Barnes.

Lo hecho por el prospecto de los Houston Astros no merece pasar por debajo de la mesa, ni siquiera ante el "todopoderoso" Wrigley.

Barnes, quien es uno de los 3 jugadores de Leones que liga sobre .300 de promedio al bate luego de al menos haber disputado 15 compromisos esta campaña (siendo los otros Wrigley y Daniel Mayora), también es el segundo mejor remolcador de la novena con 20, líder compartido en imparables (30), tercero en anotadas (15), segundo en bases alcanzadas (51), segundo en slugging (.537) y segundo en OPS (.916).

Además, de los 4 triples que han conseguido los melenudos en la presente temporada, 3 han salido del bate de Barnes.

¡Ahh! Por cierto, este muchacho también ha jugado una extraordinaria defensa para los ahora dirigidos por Fran Kremblas, protagonizando la mejor jugada de la zafra hasta los momentos el pasado jueves en Maracay.

Se ha ganado el cariño de la difícil afición caraquista
 Sin embargo, el título de este artículo no se basa completamente en los impresionantes números de Barnes en la temporada.

De hecho, mi razón para redactar estos párrafos no puede ser encontrada en ningún renglón de estadísticas.

Brandon Barnes es el importado ideal porque deja alma y corazón en cada uno de sus compromisos, y antes de que alguien me argumente "¿y quién no?", quizás deba agregar: y a diferencia de muchos, lo demuestra en el terreno.

El nativo de California apenas cuenta con 3 dobles en la 2012-2013, pero cada uno de ellos tiene más que agradecerle a sus piernas que a su bate.

La pasión y alegría que caracterizan el juego del norteamericano son tal, que han llegado a confundir a muchos aficionados que aseguran que Barnes "siente" la jersey de Leones, a pesar de que únicamente tiene un mes vistiéndola.

No se confundan, se trata simplemente de la garra de un jugador, que de mantenerse sano, tiene un gran futuro por delante.

"Solo quiero inyectar mi energía y dar mi aporte en cada juego que esté acá" le dijo Barnes a los periodistas después del juego del viernes ante los Cardenales de Lara, en el que empujó 4 rayitas y le faltó únicamente el doble para conseguir la escalera.

Por desgracia para el Caracas y todos aquellos que apreciamos el buen beisbol, este será el último fin de semana del foráneo en Venezuela por los momentos, pues estará regresando a su país a finales de la próxima semana.

Aún cuando el mismo Barnes ha dejado abierta la posibilidad de regresar para unos posibles playoffs, su juego será extrañado cuando menos hasta entonces.

No obstante, y sin importar si se concreta su retorno o no o cuáles serán sus números en su última semana con los Leones, cuando el guardabosque mire desde la ventanilla de su avión sobre el aeropuerto Simón Bolivar y zonas aledañas la próxima semana, puede estar totalmente seguro de que su huella quedó estampada en los jardínes del Parque Universitario.

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